Equivocarse es natural y de humanos
Las personas que son muy perfeccionistas no llevan muy bien el error, el fallo y equivocarse y esto suele deberse al propio miedo que se tiene a cometer un error. Hay que restarle importancia al error y aceptar que no somos robots y que el fallo está en nuestra propia naturaleza.
Trabaja tu autoestima
Si tenemos la autoestima algo tocada, esto nos va a afectar en un montón de factores. Y por supuesto que en nuestra necesidad de búsqueda de la perfección también. Muchas veces, en el fondo de esa búsqueda constante de mejora y de llegar a la perfección, podemos encontrar que la persona no se siente a gusto con ella misma y no termina de aceptarse y quererse 100%.
Para trabajar la Autoestima y reforzarla, no dejes de leer este artículo en el que dejamos unas pautas fundamentales.
Márcate unos tiempos realistas
Par las personas perfeccionistas tener libertad total de tiempo y que no haya unos límites marcados para realizar diferentes tareas puede ser un verdadero problema ya que pueden dedicar muchísimo tiempo y esfuerzo a retocar cada detalle en búsqueda de la perfección. De esta forma, una vez que empiezan, es relativamente fácil que se queden atrapados en los detalles, se despisten y pierdan la noción del tiempo. Para que esto no ocurra es bueno establecer siempre unos tiempos.
Relaja la ansiedad practicando Mindfulness
Cuando una persona es muy perfeccionista, su nivel de ansiedad se le puede disparar cuando no consigue llegar a lo que tiene en su cabeza. Esta ansiedad la podemos trabajar con técnicas como el Mindfulness que ayuda a mantener la atención plena y estar en el “aquí” y en el “ahora”. En nuestro blog tenemos varios artículos sobre el Mindfulness que te pueden ayudar en el inicio de la práctica.
Ajusta tus niveles de exigencia y prioridades
Muchas veces esa persona tan perfeccionista es extremadamente exigente y por ello busca la excelencia en absolutamente TODO. Cuando esto pasa, la mayoría de las veces la prioridad fundamental se puede perder entre otras cosas, que puede que sean menos prioritarias. Piensa un momento: “¿Qué consideras que sería lo óptimo entregar un informe en tiempo aunque pueda estar mejorable, o no entregarlo en fecha ya que no es lo suficientemente bueno para ti?
Márcate unas metas realistas y alcanzables
Al igual que ocurre con los tiempos y con las fechas límite, para un perfeccionista poder alcanzar una meta poco realista, se puede convertir en su mayor pesadilla. Para que esto no ocurra, hay que saber tener los pies en la tierra y ser de verdad consciente de qué es factible conseguir y qué otras cosas no podré alcanzar. Esto es, que tus objetivos o metas que quieres alcanzar sean de verdad alcanzables.
¿De verdad sigues pensando que ser tan perfeccionista es una cualidad maravillosa y sólo puede aportarte cosas positivas? No, no, no.
Una vez visto el concepto de perfeccionismo y lo que puede llegar a incapacitar, si consideras que esto se ha vuelto un problema serio que te está dominando sin que puedas controlarlo e incapacita tu calidad de vida y tu manera de comportarte, solicita ya una orientación con uno de nuestros psicólogos expertos del IEPP en la que de manera gratuita, te explicará los pasos a seguir para empezar después un proceso terapéutico individual en el que trabajar todo esto y poder sentirte mucho mejor. No dejes pasar más tiempo y contáctanos ahora.