Te explicamos en detalle cómo detectar cualquier caso de trastorno de ansiedad.
En la actualidad, los trastornos de ansiedad se han convertido en uno de los principales problemas de salud mental en nuestra sociedad. Estos trastornos generan un gran sufrimiento en las personas, dificultando su funcionalidad y limitando su autonomía. En este artículo, exploraremos en detalle qué es el trastorno de ansiedad, sus características clínicas distintivas, los criterios diagnósticos según el DSM-5, los métodos de evaluación efectivos, las técnicas terapéuticas utilizadas y las comorbilidades asociadas.
¿Qué es el trastorno de ansiedad?
El trastorno de ansiedad se define como un estado en el que las personas anticipan un daño o una adversidad futura. Está acompañado de emociones desagradables y síntomas psicosomáticos. Es una respuesta que aparece cuando percibimos que podemos estar en peligro y no encontramos estrategias adecuadas para afrontarlo.
Síntomas de los trastornos de ansiedad
Algunos de los síntomas más comunes son la falta de aire, la opresión en el pecho, la sensación de peligro, la inquietud, el agobio, el bloqueo del pensamiento, la dificultad para actuar, la inquietud motora, la dificultad para la atención, la rumiación y los pensamientos distorsionados, entre otros.
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Diferencias entre la ansiedad normal y el trastorno de ansiedad
La ansiedad normal es aquella que las personas tienen para poder resolver situaciones y les ayuda a ejecutar mejor las cuestiones que se les presentan. Por el contrario, se considera que existe un trastorno de ansiedad cuando una persona tiene una ansiedad excesiva en momentos en que la mayoría de personas no la tendrían y dejan a la persona impedida para realizar una acción. Las manifestaciones sintomatológicas de la ansiedad aparecen de diferente manera en función de las características psicológicas propias de la persona.
¿Cómo detectar los trastornos de ansiedad?
Para detectar y evaluar el trastorno de ansiedad en los pacientes, se utilizan diversos métodos de evaluación. Uno de los más comunes es la entrevista psicológica, que permite obtener información detallada y realizar un análisis funcional de la ansiedad. Este análisis funcional considera los antecedentes y desencadenantes, la conducta y las
consecuencias de la ansiedad. Además de la entrevista, se pueden emplear escalas y cuestionarios específicos, como la escala Hamilton y el cuestionario de ansiedad Estado-Rasgo STAI. Diagnosticar el trastorno de ansiedad en poblaciones específicas, como niños, adolescentes o adultos mayores, puede presentar desafíos adicionales. En los jóvenes, se ha observado un aumento en los trastornos de ansiedad debido a la presión por alcanzar el éxito, las altas expectativas y el impacto de las redes sociales. En los niños y adolescentes, los síntomas de ansiedad pueden manifestarse de manera diferente, como preocupación excesiva por la seguridad propia y de los demás, y un desempeño académico y social afectado.
La detección temprana del trastorno de ansiedad es fundamental para evitar su cronificación y el desarrollo de problemas más graves. Algunos signos de alerta temprana incluyen cambios en el estado de ánimo, preocupación excesiva, abandono de actividades placenteras y alteraciones en las rutinas diarias. Ante la presencia de estos síntomas, se recomienda buscar ayuda profesional para una evaluación y orientación adecuadas.
Técnicas para la evaluación del trastorno de ansiedad
Uno de los principales métodos en la evaluación de la ansiedad es realizar una entrevista psicológica para obtener la información suficiente y poder realizar un análisis funcional de lo que está ocurriendo. En este análisis funcional, según el modelo A-B-C, tendremos que tener en cuenta Antecedentes y desencadenantes, Conducta y consecuencias de la conducta. Una vez realizado, podremos establecer una serie de hipótesis sobre la conducta de la ansiedad y así después poder ofrecer herramientas psicológicas a la persona para el conocimiento y control de su propia ansiedad.
Así mismo, podemos ayudarnos de escalas y cuestionarios específicos para la evaluación de la ansiedad como son la escala Hamilton y el cuestionario de ansiedad Estado-Rasgo STAI entre otros.
Retos en el diagnóstico del trastorno de ansiedad
En los últimos años, se ha observado un aumento de los trastornos de ansiedad en población joven y adolescente. La literatura nos dice que la química de la propia persona, los rasgos de la personalidad, la genética y el entorno son contribuyentes a la generación de trastornos de ansiedad. Destacar que los últimos estudios nos indican que la presión por alcanzar el éxito, las altas expectativas que tienen los jóvenes y las redes sociales pueden ser factores asociados a la ansiedad.
La sintomatología en niños y jóvenes es similar a la de los adultos, aunque suele observarse que suelen tener una preocupación excesiva por su seguridad y los de su alrededor, por su propio desempeño o preocupación por eventos que no debieran de tener esa reacción.
Detección temprana de los trastornos de ansiedad
Para la detección temprana de un problema de ansiedad, debemos tener en cuenta algunos cambios que experimenta la propia persona. Por ejemplo, sentir frecuentemente irritabilidad o tristeza, tener una preocupación excesiva que interfiere en el desarrollo del día a día, dejar de realizar actividades que anteriormente eran placenteras o realizar cambios en las rutinas diarias.
Es importante poder detectar este problema a tiempo ya que la cronificación de la ansiedad puede desencadenar en problemas más graves tanto de salud mental (depresión, abuso de sustancias e incluso el suicidio) como de otros problemas físicos (dolor crónico y problemas digestivos entre otros). Es por ello que, si una persona experimenta alguno de los cambios o síntomas que se han ido comentando a lo largo de las anteriores líneas, se recomienda que se ponga en contacto con un profesional para que pueda orientarle y ayudarle.
Criterios diagnósticos y los subtipos específicos de trastornos de ansiedad
Los criterios diagnósticos que se exponen en DSM-5 son los siguientes:
Ansiedad y preocupación excesiva (anticipación aprensiva)
Se produce durante más días de los que ha estado ausente. Estos síntomas se deben de haber presentado durante un mínimo de seis meses, en relación con diversos sucesos o actividades (como en la actividad laboral o escolar).
Falta de gestión de la preocupación
Al individuo le es difícil controlar la preocupación.
Acumulación de síntomas
La ansiedad y la preocupación se asocian a tres (o más) de los seis síntomas siguientes (y al menos algunos síntomas han estado presentes durante más días de los que han estado ausentes durante los últimos seis meses):
- Inquietud o sensación de estar atrapado o con los nervios de punta.
- Facilidad para fatigarse.
- Dificultad para concentrarse o quedarse con la mente en blanco.
- Irritabilidad.
- Tensión muscular.
- Problemas de sueño (dificultad para dormirse o para continuar durmiendo, o sueño inquieto e insatisfactorio).
Otras consecuencias
La ansiedad, la preocupación o los síntomas físicos causan malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.
La alteración no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., una droga, un medicamento) ni a otra afección médica (p. ej., hipertiroidismo).
Terapias para el tratamiento del trastorno de ansiedad
Una de las terapias con mayor evidencia científica para el tratamiento de la ansiedad es la terapia cognitivo-conductual y la exposición gradual a situaciones ansiógenas; con ella podemos trabajar con la ansiedad y paliar y/o eliminar sus síntomas. Esta terapia consiste en identificar pensamientos y comportamientos distorsionados y sustituirlos por otros más adaptativos. El trabajo de exposición gradual, consiste en que la persona pueda ir exponiéndose poco a poco a situaciones aversivas que el usuario/a identifica junto con el psicólogo/a a través de una escala de ítems que le generan ansiedad.
Comorbilidades asociadas al trastorno de ansiedad
Diferentes estudios exponen que el 80% de los pacientes que sufren un trastorno de ansiedad, presentan comorbilidad con alguna otra patología mental.
En muchos casos, los trastornos de ansiedad vienen relacionados con una alta responsabilidad emocional y están relacionados con factores genéticos y factores ambientales. Así mismo, en muchos casos se asocia a trastornos relacionados con la depresión y los trastornos de la personalidad. Esta asociación puede hacer que las patologías anteriormente descritas se agraven y tengan un peor pronóstico por lo que si tratamos y controlamos la ansiedad, podremos trabajar mejor con la otra enfermedad y no habría un empeoramiento de los síntomas.
En resumen, el trastorno de ansiedad es una afección mental que genera un gran sufrimiento en las personas. Sus características clínicas distintivas, los criterios diagnósticos del DSM-5 y los métodos de evaluación efectivos nos permiten identificar y evaluar adecuadamente este trastorno. El tratamiento más eficaz es la terapia cognitivo-conductual, que incluye técnicas como la exposición gradual. Es importante considerar las comorbilidades asociadas y los desafíos específicos en diferentes poblaciones para un abordaje terapéutico adecuado. La detección temprana y el tratamiento oportuno son fundamentales para prevenir complicaciones y mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por el trastorno de ansiedad.
Fuente: https://psicologiaymente.com/clinica/como-detectar-trastornos-de-ansiedad