La depresión post Navidad es muy habitual, especialmente en personas que durante las fiestas navideñas sufren muchos cambios en sus rutinas. Superarla está en nuestra mano y podemos hacerlo fácilmente siguiendo unas pautas.
Pasadas las fiestas navideñas, toca volver a la normalidad y dejar atrás tantas comidas, días festivos y reuniones de todo tipo. Con el nuevo año llegan los propósitos, que en muchos casos nos hacemos los mismos una y otra vez y nunca los cumplimos. También hay quien sufre depresión post Navidad, y es mucho más habitual de lo que puedas pensar.
La famosa depresión postvacacional que aparece en verano también lo hace después de estas fiestas, y es que hay muchas personas a las que les cuesta recuperar el ritmo y la normalidad después de tantos días especiales. La depresión post Navidad aparece especialmente en personas que tienen alguna dificultad para emprender un nuevo año, ponerse nuevos objetivos o cambiar algunos hábitos.
¿Por qué la depresión post Navidad?
A todo lo anterior hay que unirle otro dato muy importante, y es que en las fiestas nos “venimos arriba” y gastamos más de lo que podemos. Cuando pasan, nos sentamos a analizar los gastos y vemos que nos va a costar recuperarnos, y eso hace que la euforia anterior se convierta en temor por no poder hacer frente a todos los compromisos financieros que tenemos por delante. Ya sabemos que una mala economía deprime, así que al menos este punto hay que evitarlo y en los próximos años gastar lo que se pueda.
Claves para superar la depresión post Navidad
1. Propósitos realistas
Todos hacemos propósitos cuando comienza el año nuevo, pero no es algo obligatorio. Si estás a gusto con tu vida y crees que nada debe cambiar, que siga como siempre. Proponerse algo siempre supone presión, especialmente cuando además lo comentas a otras personas y esperan que lo lleves a cabo. Está muy bien marcarse retos y objetivos, pero deben ser relativamente fáciles de cumplir para estar motivados y ver que se van llevando a cabo.
Un error muy frecuente a la hora de hacer los propósitos de año nuevo es que pensar que tienes que llevar a cabo esos cambios ya en enero, cuando en realidad puedes comenzarlo en el mes que mejor se adapte a ti. Si crees que hasta mayo no vas a poder comenzar, espera hasta ese momento, ya que de lo contrario no lo cumplirías y eso ya desmotiva y deprime.
2. Reducir gastos
Casi todos gastamos más de lo que nos podemos permitir en las fiestas, especialmente al comprar regalos. Eso nos obliga a apretarnos el cinturón, pero tampoco hay que dejar de lado cualquier gasto para hacerlo. Debemos gastar menos, sí, pero de vez en cuando nos merecemos salir a comer fuera o tomar un par de copas con los amigos. No poder gastar deprime, así que debes organizarte bien para quitar “un poquito de aquí y de allí” sin que eso suponga que se elimina el ocio.
3. Bajar de peso
Uno de los propósitos que más se hace la gente cuando comienza el año es bajar de peso, especialmente perder el que seguramente se ha cogido con tantas reuniones, comidas y cenas navideñas. Perder peso no tiene que ser aburrido ni algo pasajero, muchas veces lo conseguimos únicamente cambiando nuestra alimentación a una sana y equilibrada, sin hacer una dieta concreta. Ponte un objetivo que puedas ir cumpliendo fácilmente para que no de deprima ver que pasa el tiempo y no lo consigues. Eso sí, esfuérzate y pon de tu parte en lograrlo.
4. Sé constante
Una de las principales causas de la depresión post Navidad es no mantenerse constante ante los cambios que pueden traer el nuevo año. Normalmente nos cuesta afrontar la cuesta de enero y lo hacemos pensando en que es una fase y va a terminar, pero debemos hacerlo como una nueva forma de vida.
Lo que verdaderamente nos ayuda a conseguir los objetivos que nos marquemos es el hecho de ser constante y realmente esforzarnos por ellos, no el comenzar un nuevo año. Sin duda ayuda ya que parece que lo comenzamos con más ganas de hacer cosas, pero si la actitud no cambia, está claro que no servirá de nada tener propósitos ni objetivos.
En definitiva, superar la depresión post Navidad está en nuestra mano si ponemos ilusión y sabemos afrontar los cambios que vienen. Y también es muy importante saber hacer frente a que nuestra vida seguirá igual, sin cambios, aunque en nuestro entorno sí haya personas que pasan por ellos.