Decía Abrahan Maslow, uno de los padres de la psicología humanista que la habilidad de estar en el momento presente es el mayor componente de la salud mental. Yo estoy de acuerdo en que es un pilar importante pero que otro pilar imprescindible es el mantenimiento de una buena autoestima. En numerosas ocasiones somos nosotros mismos los que nos hundimos por culpa de nuestros pensamientos y no tanto por lo que nos ocurre y que esta baja autoestima se convierte en el camino más corto y directo hacia la depresión.
He encontrado en psicopedia.org un artículo que creo que os puede ser interesante titulado ¿Por qué me odio a mí mismo?
¿Por qué me odio a mi mismo?
La expresión “tu eres tu peor enemigo” encierra a menudo una gran verdad. Es una realidad dolorosa que mucho de lo que nos limita en nuestra vida son nuestros propios sentimientos de indignidad y odio hacia nosotros mismos. Pero, ¿de dónde vienen estas sensaciones? ¿Cómo nos influyen? ¿Y qué podemos hacer para vivir una vida libre de las duras actitudes de nuestra crítica interna?
¿Qué es realmente la voz crítica interior?
En una reciente investigación, los psicólogos Robert y Lisa Firestone encontraron que elpensamiento autocrítico más común entre una población diversa de sujetos sometidos a prueba es “Soy diferente de los demás”. La mayoría de las personas se ven a sí mismas como diferentes, no en un sentido positivo o especial, sino en un sentido negativo.
Incluso aquellas personas que parecen bien adaptadas y son muy queridas en sus círculos sociales tienen profundos sentimientos de ser un fraude. Este sentimiento acerca de nosotros mismos es común porque cada persona está dividida en dos. Según describe el Dr. Robert Firestone, cada uno de nosotros tiene un “yo real”, una parte de nosotros que se basa en la auto-aceptación, así como un “anti- yo”, una parte de nosotros que se auto rechaza.
El anti-yo se expresa mediante una “voz interior crítica”. Esta voz crítica es como un coach interno que comenta negativamente cada instante de nuestras vidas, influyendo así en cómo nos comportamos y cómo nos sentimos acerca de nosotros mismos. Está ahí para socavar nuestras metas: ” ¿Quién te crees que eres?, nunca tendrá éxito”. Está ahí para socavar nuestros logros:”¡ Esto no va a terminar bien. Tarde o temprano vas a meter la pata”. Está ahí para sabotear nuestras relaciones: “Ella realmente no te ama. No debes confiar en ella”.
Todos poseemos en mayor o menor medida esta voz crítica. Para muchos de nosotros, este proceso de pensamiento está tan arraigado que apenas nos damos cuenta cuando se presenta. En lugar de reconocer esta voz como el enemigo destructivo que es, nos confundimos con nuestro punto de vista real, y creemos todo lo que nos dice acerca de nosotros mismos.
¿Por qué me odio a mí mismo?
“Me odio a mí mismo” es una expresión interna tristemente común contra la que luchan personas de todas las edades. Pero ¿de dónde vienen este tipo de pensamientos? Para los doctores Robert y Lisa Firestone estos pensamientos se originan en las experiencias negativas de la vida temprana. La forma en que somos vistos mientras crecemos y las actitudes dirigidas hacia nosotros conforma cómo nos vemos más tarde a nosotros mismos.
Las actitudes negativas dirigidas hacia nosotros por los padres u otros cuidadores influyentes son internalizadas para componer nuestra propia imagen. Es lógico pensar que, así como las actitudes positivas de nuestros padres hacia nosotros nos pueden llevar a desarrollar la autoestima y la confianza, sus actitudes más críticas pueden promover todo lo contrario.
No se trata de culpar a los padres. Es importante darse cuenta de que los padres se enfrentan a una difícil tarea, en la medida en que surgen los sentimientos dolorosos de su propio pasado. Por lo tanto, pueden reaccionar de forma inapropiada o críticamente con sus hijos en los momentos de estrés. Por otra parte, los propios sentimientos críticos que los padres tienen hacia sí mismos, a menudo son transmitidos a sus hijos de manera inconsciente.
Por ejemplo, si nuestros padres actuaban a menudo como si fuéramos muy traviesos, nos hacían callar constantemente, o simplemente se sentían tensos en nuestra presencia, podríamos llegar a asumir que realmente somos una molestia. Una consecuencia previsible nos convertiría en personas excesivamente tímidas, con tendencia a mantener una actitud poco asertiva o de disculpa en nuestra vida adulta, o a tomar una posición sumisa en nuestras relaciones.
¿Cómo afecta la voz crítica a mi vida diaria?
La voz crítica interior impacta en nuestras vidas de diferentes maneras. Podemos adaptarnos a ella tratándola como a un entrenador y escuchar sus consejos destructivos. Cuando se nos dice repetidamente que no valemos nada, podemos llegar a elegir amigos y parejas que nos tratan como si de verdad no tuviéramos valor alguno. Si se nos dice que somos estúpidos, es posible que la falta de confianza nos lleve a cometer errores que nos hagan parecerlo. Si se nos dice que no somos lo suficientemente atractivos, podemos tomar la decisión de evitar a toda costa una relación romántica.
Cuando escuchamos a nuestro crítico interno le damos el poder sobre nuestras vidas. Incluso podemos comenzar a proyectar estas reflexiones críticas sobre los demás. Corremos el riesgo de comenzar a percibir el mundo a través de su filtro negativo. Aquí es donde los pensamientos paranoicos pueden entrar en escena, cuando empezamos a cuestionar o criticar a las personas que nos ven de manera diferente de cómo nuestra voz nos ve.
Por ejemplo podemos luchar contra los halagos y los refuerzos positivos, ya que contradicen la forma en que nos percibimos a nosotros mismos. Podemos tener problemas para aceptar el amor, ya que no somos capaces de desafiar a nuestro crítico interno. Esta voz no sólo es dolorosa, sino que también es familiar. Se ha arraigado en nosotros desde la infancia y por tanto a menudo tenemos dificultades simplemente para reconocerla, mucho más para oponernos a ella.
¿Qué puedo hacer para dejar de odiarme a mí mismo?
Para detener el ciclo de odio a sí mismo y vivir libre de limitaciones imaginarias, tenemos que aprender a desafiar a nuestro crítico interno. La superación de nuestra voz crítica es el primer paso en el proceso de diferenciación descrito por los doctores Robert y Lisa Firestone en su libro The Self Undr Siege.
El libro describe los cuatro pasos de la diferenciación a partir de la ruptura con los pensamientos destructivos y actitudes que han sido interiorizadas. Es un proceso que se puede utilizar para ayudar a las personas a identificar y desafiar su voz crítica.
El primer paso de este proceso implica reconocer inicialmente las fuentes de estos pensamientos críticos, a continuación responder a estos ataques con un punto de vista hacia ti mismo más compasivo y realista. Por último se deben desafiar los comportamientos destructivos que la voz crítica te anima a realizar.
El segundo paso de la diferenciación implica reconocer en ti mismo los rasgos negativos desafiantes que son imitación de tus padres u otras figuras importantes en tu desarrollo. Si tuvieras un padre autoritario o exigente, por ejemplo, debes tratar de desafiar las maneras en las que tú mismo controlas tu vida.
La tercera etapa de la diferenciación implica renunciar a los patrones de defensa que formaste como adaptaciones al dolor experimentado en tu infancia. Es posible que hayamos formado estas defensas como una forma de protección infantil, pero estos pensamientos y comportamientos pueden hacernos daño en nuestra vida adulta. Por ejemplo, si te sentías muy vigilado cuando eras niño, es posible que hayas crecido buscando el aislamiento por temor a la intromisión de los demás.
El cuarto y último paso de la diferenciación implica tratar de encontrar tus propias creencias, valores e ideales. ¿Cómo quieres vivir tu vida? ¿Cuáles son tus aspiraciones para el futuro? Cuando nos separamos de nuestro crítico interno estamos más cerca de conocer a nuestro verdadero yo. Podemos tomar acciones y medidas que reflejen nuestras necesidades y deseos, lo que dará más sentido a nuestra vida.
Mientras tratamos de conseguir este objetivo de encontrar a nuestro verdadero yo, podemos experimentar un aumento de la ansiedad o una afluencia recurrente de voces críticas que se resisten. Sin embargo, si se persiste en desafiar a este enemigo interno, terminan por volverse más débiles y podremos liberarnos de los sentimientos de odio hacia nosotros mismos y empezar a vivir una vida más plena.
Manuel Bobis Reinoso.
Tomado de psicopedia.org