Estos son los motivos por los que la fase de la evaluación psicológica es clave en terapia.
Cuando se habla acerca del trabajo que los psicoterapeutas realizamos en la atención a pacientes, es común referirse únicamente en las labores de entrenamiento en gestión emocional y mitigación de los síntomas: por ejemplo, la exposición controlada a los miedos del paciente, las técnicas de autoconocimiento, la práctica de Mindfulness, etc.
Es verdad que este es el núcleo del trabajo del psicólogo especializado en psicoterapia; sin embargo, no es menos cierto que antes de que este proceso pueda tener lugar, debe existir otro: el de evaluación psicológica.
En este artículo veremos por qué esta etapa inicial de la evaluación psicológica es clave hasta el punto de que la atención a la salud mental depende de ella, y por qué no debe ser subestimada.
¿En qué consiste la evaluación psicológica?
La evaluación psicológica es la etapa inicial del trabajo del psicoterapeuta, en la que recopila información acerca del problema que afronta el paciente. En él, se analiza el comportamiento y los procesos mentales de la persona que necesita ayuda profesional, teniendo en cuenta también su contexto. El objetivo es tener una comprensión lo más exacta posible de lo que le ocurre, valorando esa información a partir de la información proporcionada por décadas de investigaciones científicas en el ámbito de los trastornos psicológicos y neuropsicológicos, para llegar a tener una perspectiva de lo que ocurre basada en la evidencia y en las categorías clínicas establecidas por la comunidad científica en manuales como por ejemplo el DSM-5.
Algunas de las maneras de recopilar información más importantes son:
- La entrevista clínica al paciente
- La aplicación de pruebas psicométricas
- Las entrevistas con familiares
- El registro de variables psicofisiológicas
- La observación directa de la conducta
Así pues, la evaluación psicológica está compuesta de una fase de recopilación de datos, análisis de la información obtenida, y creación de hipótesis de trabajo mediante un proceso de síntesis. Esto es: Se va de lo general (las explicaciones del paciente) a lo específico (síntomas clínicamente relevantes) y, de estos, a lo general otra vez (categorías clínicas como por ejemplo la anorexia, la depresión mayor, el trastorno bipolar…). Ahora bien, no todo se reduce a llegar a la conclusión de que el paciente sufre una determinada psicopatología; también hay que tener en cuenta matices de la personalidad del sujeto, características de su entorno familiar, su situación socioeconómica, etc.
¿Por qué es muy importante la evaluación psicológica?
El proceso de psicoterapia va mucho más allá de realizar una primera entrevista con el paciente, realizar unas pocas anotaciones y empezar a aplicar un programa de intervención psicológica sin más. Antes de pasar a esta última tarea, es importante que el terapeuta se involucre activamente en comprender cuál es la verdadera causa de lo que genera malestar en el paciente, y para ello no puede limitarse a aceptar sin más la explicación (más o menos memorizada) que la persona ha dado durante la primera sesión.
De hecho, muchos pacientes acuden a psicoterapia convencidos de que saben exactamente cuál es el problema que están sufriendo y que comprenden todas sus implicaciones y efectos en sus vidas, pero la realidad es que el simple hecho de sufrir una psicopatología no aporta el conocimiento adecuado sobre ella. Es más, no son raras las ocasiones en las que pasa todo lo contrario; la misma alteración psicológica que el sujeto ha desarrollado hace que su percepción sobre esta esté distorsionada. El caso más extremo lo encontramos en quienes padecen una patología psiquiátrica severa o ciertas enfermedades neurológicas y son incapaces de identificar como tales los síntomas que sufren, de modo que son los familiares quienes le insisten en ir a terapia; es un fenómeno que ocurre, por ejemplo, en las etapas iniciales de la demencia, en la esquizofrenia, casos intensos de trastorno bipolar…
Por todo ello, resultaría irresponsable que los profesionales de la salud mental trabajasen dando por supuesto que el problema sobre el que intervienen es algo tan simple como aquello de lo que se queja el paciente en la consulta y nada más; es necesario realizar un proceso de evaluación psicológica para comprender bien cuál es la raíz del malestar. Esto permitirá:
- Ofrecer una intervención totalmente personalizada, sin aplicar “recetas mágicas”
- Descartar psicopatologías similares a la que presenta el paciente
- Informar al paciente del pronóstico del trastorno que sufre, preparándolo para afrontar los síntomas futuros (si se desarrollará más)
- Crear hipótesis que pueden ser confirmadas o falsadas por la realidad, para corregir el tratamiento sobre la marcha
- Explicar a los familiares cómo pueden ayudar.
- Contar con la ayuda de otros profesionales (si es necesaria) usando conceptos exactos y bien definidos para no dar lugar a malentendidos.
Fuente: https://psicologiaymente.com/clinica/importancia-evaluacion-psicologica