Un repaso a las características que hacen de la ludopatía una adicción peligrosa.
No, no lo es, y en Sevilla lo sabemos bien. Hay muchísimas personas que padecen ludopatía, es decir, personas que sufren una adicción al juego que les puede costar cara en todos los aspectos de su vida.
Como ocurre con todas las adicciones, ser adicto al juego requiere contar con un tratamiento y terapia adaptado a las necesidades de cada persona, y es en este caso en el que Fromm Bienestar lleva años actuando y trabajando con personas con ludopatía en Sevilla.
¿Qué es la ludopatía? ¿En qué consiste?
Si tuviésemos que definir la ludopatía, diríamos que se trata de una alteración que se produce de forma progresiva y continuada en el comportamiento de una persona. La alteración se debe a que siente un necesidad de jugar que no puede controlar. Como decimos, la ludopatía es una adicción, pero por suerte, se puede tratar.
La adicción al juego es una enfermedad reconocida no solamente por el Ministerio de Sanidad, sino también por la Organización Mundial de la Salud y la Asociación Americana de Psiquiatría. Este dato solo lo proporcionamos para que te hagas una idea de la magnitud que tiene la ludopatía.
Esta enfermedad tiene consecuencias muy importantes, al igual que cualquier otra adicción, puesto que es capaz de anular la voluntad de la persona y hacer que pierda el sentido de la responsabilidad, ese que le llevaría a no dejarse llevar por ese comportamiento compulsivo.
Y es que, hoy por hoy, el juego y la ludopatía es un problema psicopatológico que sufre una cantidad de ciudadanos nada desdeñable.
Además, la ludopatía o juego patológico no solamente influye en el comportamiento y afecta a la vida de quien la sufre, sino a quienes están a su lado.
Es por esa razón por lo que un tratamiento para la ludopatía debe ser adecuado e integral. Es imprescindible contar con un equipo cualificado de profesionales, pero también hace falta que el jugador pueda tener un entorno familiar y de amigos en el que apoyarse. Aunque no lo creas, el tratamiento de la ludopatía debe incluir todos los ámbitos de la vida del paciente, desde una perspectiva biopsicosocial.
La ludopatía no es un “vicio”
El juego es algo aceptado en la sociedad como una distracción, algo en lo que ocupar el tiempo de ocio, cuando en realidad, pueden crear muchos problemas en la salud mental de quien juega.
Vemos aquí entonces una contradicción, puesto que el juego se permite, pero no a menores de edad, por lo que ya se está poniendo de manifiesto que es algo que puede dañar a la persona.
Cuando un ludópata admite su enfermedad, lo primero es culparle a él, puesto que el juego es un vicio que se puede dejar, como el fumar. No es cierto. Es una adicción.
¿Cómo se convierte alguien en adicto al juego?
En primer lugar, debemos señalar que es posible ser adicto al juego recurrente o continuadamente, es decir, sin es solo de forma puntual o continua. Este hecho no explica el grado de adicción del paciente.
Por lo general, la persona comienza a jugar con otras personas apostando de vez en cuando, yendo al bingo incluso con las máquinas tragaperras. En cualquier caso, las personas no identifican esta práctica como algo peligroso, por lo que continuan haciéndolo como forma de entretenimiento.
El paso al juego como comportamiento habitual se produce en un lapso de tiempo que oscila entre los dos y los cinco meses aproximadamente, y cuando entren en esta fase, tendrán la ilusión de que es algo que pueden controlar perfectamente.
No obstante, el jugar de forma habitual les hará pensar de forma diferente a cómo lo harían si no jugasen con respecto a las apuestas y otros juegos. Un ejemplo, un jugador se gastará más dinero cada vez y no le parecerá que está haciendo nada mal. No obstante esto afectará a sus relaciones personales, pues tendrá que ocultar que se está gastando esa cantidad de dinero.
Por otro lado, este comportamiento derivado de la ludopatía le hace estar preocupado constantemente por el hecho de que lo puedan descubrir, o porque sienta que debe jugar para recuperar todo lo perdido, y todo eso continuará lastrando a la persona. Pondrá sus esfuerzos e intentará no jugar para demostrarse que no es un adicto, pero tarde o temprano recaerá, y lo hará con más fuerza por su propia frustración.
Fuente: https://psicologiaymente.com/drogas/ludopatia-no-es-juego