Consejos sencillos que puedes usar en tu día a día para superar las crisis de angustia.
Lo has conseguido: tras mucho esfuerzo te has convertido en la persona que más ansiedad te provoca, más daño te hace y, por desgracia, acabas irradiando sobre los demás esa negatividad.
“Ni tu peor enemigo puede hacerte tanto daño como tus propios pensamientos” Buda
Estamos expuesto a la comparación continua, y eso nos genera bastante ansiedad. Además, si a eso le sumamos que debemos ir aguantando el bombardeo diario de malas noticias, el conjunto nos hace crear un cóctel que mal controlado puede tener consecuencias muy malas sobre nuestra mente, que se verá traducido en dormir mal, en dolor de estómago, mal humor, dolor de cabeza o cansancio.
Superando la crisis de angustia
En esta ocasión he traído una serie de consejos que me gustaría que tengas en cuenta de cara a tus crisis de angustia, o si ya has pasado alguna, que los uses a modo reflexión para así saberlas afrontar mejor. Son claves que he ido sacando a raíz de mi práctica clínica y de ver distintos pacientes que, como tú, han sufrido esto y se han visto desbordados por este problema.
1. No intentes aprender a que no te dé ansiedad, sino a saberla canalizar
¿No te das cuenta que si te digo que no pienses en un perro verde, lo pensarás más?. Pues lo mismo pasa si vamos todo el día con la idea en mente de no tener ansiedad: la llevarás entre ceja y ceja todo el día.
Hay que cambiar «control» por «gestión», y en eso quiero que me hagas caso. Es imposible eliminar una emoción como es la ansiedad o el miedo, pero sí podemos saber cómo gestionarla para que no nos cree más sensación de angustia.
2. Puedes tener miedo y estar en el lugar
El pánico no tiene que decidir que nos vayamos. Esto muchas veces te hace marcar tu ritmo de vida y es muy negativo, si por ejemplo sales al monte a dar un paseo con un amigo y sufres un ataque de pánico intenta seguir allí, eso te hará ganar seguridad y sentirte más capaz ante próximos ataques de pánico, ¿no crees?
3. No centres tu vida en evitar que te pasen cosas, sino en centrarte hacia dónde quieres ir
Así podrás ir preparándote a solucionar cualquier situación. Quítate la idea obsesiva de la mente de “esto no me puede volver a pasar” y a raíz de ello crear una vida pegada a no ir por determinados sitios para no caer en ello. No podemos hacer de la ansiedad nuestro estilo de vida, y es importante saberlo.
4. La ansiedad es una emoción, no un dios
Ni te puede controlar, ni puedes ir rindiéndole culto todo el día.
5. Dale un sentido real a la experiencia vivida
«He estado a punto de morir»: eso es lo que tu mente creía que iba a pasar. No ha sido la muerte a quien has mirado, sino el miedo a esa muerte.
6. Tienes derecho a tener miedo o ansiedad, pero el miedo o ansiedad son una emoción y no es una verdad
Por ello, acepta tus emociones. Es normal encontrarse asustado, y te ayudará a reducir la angustia.
7. El pánico funciona por asociación
Mucho ojo con esto; si por ejemplo, como hemos visto antes, tuviste un ataque de pánico subiendo al monte a buscar setas, vas a evitar involuntariamente ir al monte a por setas, ¿te has fijado? Pues esto es totalmente negativo y te hace mucho daño. Tienes que abandonar la idea obsesiva de que tener ansiedad y estar con ansiedad es algo incompatible, y es totalmente falso. No te creas que solo puedes vivir sin ansiedad, puedes tener ansiedad y estar allí. Tienes que aguantar, y aunque a veces sea amargo, seguir ahí.
8. Nunca dejes de trabajar la respiración
Es importante. No te pido hacer meditación, simplemente que sepas respirar con la tripa y expulsar con el pecho. Si quieres conocer esto mejor, busca información sobre la respiración diafragmática.
9. Céntrate en el aquí y ahora
Deja de vivir en el mes pasado cuando te dio el último episodio, y deja de pensar en que mañana al hacer X cosa te va a dar el próximo. Céntrate en el momento presente y en las herramientas para solucionar esto.
En conclusión…
Como ves, no te voy a engañar, esto es solo el comienzo y algunas nociones básicas que puedes aplicar a tus crisis de angustia. Ni mucho menos busco solucionarte un problema tan grave con estos nueve pilares, pero sí hacerte reflexionar y sembrar la semilla del cambio. Te pido que los leas y seas constante, y sobre todo que los apliques en tu día a día.
También quiero animarte a que te fijes en cómo son los puntos que te he mostrado y que los uses como inspiración para desarrollar tus herramientas psicológicas.
En último lugar, decirte que no te sientas mal por pedir ayuda a un especialista, dado que esto es un problema más común de lo que te piensas, y cuanto antes pidas ayuda antes lo vamos a solucionar.