La depresión afecta a un buen número de personas. Se puede dar a cualquier edad y en ambos sexos aunque son las mujeres las que tienen mayor tendencia a sufrir esta enfermedad. Un porcentaje muy alto de la población española ha sufrido algún episodio de diversa intensidad a lo largo de su vida, desde una depresión leve llamada distimia hasta una depresión mayor.
Hoy te quiero dar algunas claves sobre la distinta sintomatología de la depresión y para ello me baso en el Inventario de Depresión de Beck, que te puede ayudar a saber si estás comenzando a sufrir un episodio depresivo ya que en caso afirmativo cuanto antes acudas a un profesional de la psicología mejor pronóstico de curación tendrás.
Te sientes triste, te sientes triste continuamente y no puedes dejar de estarlo o te sientes tan triste o tan desgraciado/a que no puedes soportarlo.
Te sientes desanimado/a respecto al futuro, sientes que no tienes que esperar nada o sientes que el futuro es desesperanzador y las cosas no mejorarán.
Crees que has fracasado más que la mayoría de las personas, cuando miras hacia atrás solo ves fracaso tras fracaso o te sientes una persona totalmente fracasada.
No disfrutas de las cosas tanto como antes, ya no obtienes una satisfacción auténtica de las cosas o estás insatisfecho/a y aburrido/a de todo.
Te sientes culpable en bastantes ocasiones, te sientes culpable en la mayoría de las ocasiones o te sientes culpable constantemente.
Te sientes como si fueses a ser castigado/a, esperas ser castigado/a o sientes que estás siendo castigado/a.
Estas decepcionado/a de ti mismo/a, te da vergüenza de ti mismo/a o te detestas.
Te autocríticas por tus debilidades o por tus errores, continuamente te culpas por tus faltas o te culpas por todo lo malo que sucede.
A veces piensas en suicidarte pero no lo cometerías, desearías suicidarte o te suicidarías si tuvieses la oportunidad.
Ahora lloras más que antes, lloras continuamente o antes eras capaz de llorar, pero ahora no puedes, incluso aunque quieras.
Te molestas o irritas más fácilmente que antes, te sientes irritado/a continuamente o no te irritas absolutamente por nada de las cosas que antes solían irritarte.
Estás menos interesado/a en los demás que antes, has perdido la mayor parte de tu interés por los demás o has perdido todo el interés por los demás.
Evitas tomar decisiones más que antes, tomar decisiones te resulta mucho más difícil que antes o ya te es imposible tomar decisiones.
Te temes que ahora pareces más viejo/a o poco atractivo/a, crees que se han producido cambios permanente en tu aspecto que te hacen parecer poco atractivo/a o crees que tienes un aspecto o horrible.
Te cuesta un esfuerzo extra comenzar hacer algo, tienes que obligarte mucho para hacer algo o no puedes hacer nada en absoluto.
No duermes también como antes, te despiertas una o dos horas antes de lo habitual y te resulta difícil volver a dormir o te despiertas varias horas antes de lo habitual y no puedes volverte a dormir.
Te casas más fácilmente que antes, te cansas en cuanto haces cualquier cosa o estás demasiado cansado/a para hacer nada.
No tienes tan buen puede apetito como antes, ahora tienes mucho menos apetito que antes o has perdido completamente el apetito.
Has perdido peso sin estar a dieta para adelgazar.
Estás preocupado/a por problemas físicos como dolores, molestias, malestar de estómago o estreñimiento, estás preocupado/a por tus problemas físicos y te resulta difícil pensar en algo más o estás tan preocupado/a por tus problemas físicos y eres incapaz de pensar en cualquier cosa.
Estás menos interesado/a por el sexo que antes, estás mucho menos interesado/a por el sexo o has perdido totalmente tu interés por el sexo.