1. ¿Qué es el trastorno obsesivo compulsivo TOC?
El trastorno obsesivo compulsivo TOC es un trastorno de ansiedad en el cual quien lo padece tiene un pensamiento, temor o preocupación irracionales que trata de superar mediante una actividad ritual para reducir su ansiedad. Las imágenes o pensamientos perturbadores y frecuentes se denominan obsesiones y los rituales repetidos que se llevan a cabo para evitarlos o disiparlos se llaman compulsiones.
Durante el crecimiento y el desarrollo normal de los niños y los adolescentes, los rituales y los pensamientos obsesivos con frecuencia ocurren con un propósito y un centro de atención según la edad. Los niños en edad preescolar utilizan rituales y rutinas relacionadas con las comidas, el baño y la hora de dormir para que los ayuden a estabilizar sus expectativas y la comprensión de su mundo. Los niños en edad escolar suelen desarrollar rituales grupales cuando aprenden a jugar, a hacer deportes en equipo y a recitar rimas. Los niños más grandes y los adolescentes comienzan a
coleccionar objetos y a desarrollar actividades favoritas.
Estos rituales ayudan a los niños a socializarse y a aprender a dominar la ansiedad. Un niño o un adolescente con TOC tienen pensamientos obsesivos que no son deseados y que se relacionan con los miedos y utiliza rituales compulsivos para controlar esos miedos. Cuando se tiene TOC los pensamientos obsesivos causan preocupación y los rituales compulsivos pueden volverse tan frecuentes o intensos que interfieren con las actividades de la vida diaria y las actividades normales de desarrollo.
2. ¿A quién afecta y qué sintomatología básica presenta?
A pesar que es posible que el TOC se presente también en niños, se manifiesta con mayor frecuencia en los adolescentes. Las cifras correspondientes a niños y adolescentes con TOC son de 2% y 3%.
Los síntomas pueden incluir:
Preocupación exagerada por la suciedad, los gérmenes o la contaminación.
Dudas reiteradas (por ejemplo si la puerta está cerrada o no).
Pensamientos persistentes acerca de la violencia, las heridas, matar a alguien o herirse uno mismo.
Permanecer mucho tiempo tocando cosas, cantando, pensando en números y secuencias.
Preocupación por el orden, la simetría o la exactitud.
Pensamientos persistentes acerca de la realización de actos sexuales
repugnantes o prohibidos o de comportamientos tabúes.
Pensamientos preocupantes que están en contra de las propias convicciones religiosas.
Necesidad extrema por saber o recordar cosas que pueden ser muy triviales.
Atención excesiva en los detalles.
Preocupación excesiva por algo terrible que suceda.
Pensamientos, impulsos o conductas agresivas.
Los comportamientos compulsivos pueden volverse excesivos, molestos y pueden demandar mucho tiempo e incluso interferir con las actividades y relaciones diarias.
Los síntomas del TOC pueden parecerse a los de otros trastornos médicos o problemas psiquiátricos, entre los que se encuentra el síndrome de Tourette.
3. ¿Cómo se diagnostica?
Un psiquiatra o psicólogo infantil u otro profesional de la salud mental especializado suele diagnosticar los trastornos de ansiedad en niños y los adolescentes mediante una evaluación y tratamiento tempranos. El tratamiento a tiempo puede evitar problemas futuros.
Para que se pueda realizar un diagnóstico del TOC, las obsesiones y las compulsiones deben ser suficientemente severas y molestas como para que las actividades diarias del niño o del adolescente se vean afectadas de manera negativa. En la mayoría de los casos, las actividades involucradas en el trastorno llevan más de una hora y causan preocupación psicológica y un funcionamiento mental reducido. En la mayoría de los casos, los adultos se dan cuenta de que sus conductas no son comunes hasta cierto grado. Sin embargo los niños y adolescentes no tienen la capacidad crítica de juzgar este tipo de comportamiento como irracional o anormal.
4. Aspectos más significativos sobre su tratamiento.
El TOC se puede tratar con efectividad en general combinando terapia individual y medicamentos. El tratamiento debe estar siempre basado en una evaluación exhaustiva del niño y de la familia. La terapia individual normalmente incluye técnicas cognitivas y conductuales. La terapia cognitiva apunta a ayudas al niño o al adolescente a identificar y comprender sus miedos y a aprender una nueva forma de resolverlos o disminuirlos con mayor efectividad. Las técnicas conductuales ayudan al niño o adolescente y a su familia a establecer contratos o pautas para limitar o cambiar
los comportamientos. Los medicamentos que suelen usarse para tratar el TOC se clasifican en inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina, medicamentos que afectan de forma selectiva los mecanismos neurotransmisores en el sistema nervioso central. Si se encuentra que el trastorno está relacionado con una infección por estreptococos el médico puede prescribir antibióticos. Algunas de las recomendaciones de tratamiento pueden ser la terapia familiar y la consulta con la escuela del niño. Los padres juegan un papel de apoyo en cualquier proceso de tratamiento.
Aproximadamente entre el 20% y el 40% de los adolescentes con TOC presentan, además, uno o más tipos de trastorno alimentarios, que también requerirán tratamiento.
5. ¿Qué es TOC y que no lo es?Esto es TOC:
Lavarse las manos 60-100 veces al día, hasta tenerlas rojas y descarnadas.
No poder salir de la ducha hasta enjabonarse 30 o 40 veces.
Trabar y destrabar la puerta antes de salir durante un cuarto de hora.
Probar una y otra vez si la luz está apagada incluso si es evidente que lo está.
Guardar diarios y revistas desde hace 20 años “por la dudas” sin que tenga algo que lo justifique.
Guardar fósforos usados como protección contra un probable incendio de la casa.
Hacer el mismo movimiento con los pies 20 veces previo al ingreso en una habitación o la casa.
Caminar siempre por las mismas baldosas repitiendo el movimiento hasta 100 veces porque si no se hace algo terrible pasará a alguien.
Ocupar horas en organizar ropas según el color o las comidas según el alfabeto o acomodar todo tiempo el escritorio sin permitir que nadie toque nada y si esto ocurriera volver a acomodarlo.
No salir de la casa hasta que no se haya anudado los lazos de las zapatillas de igual manera todos los días.
Esto no es TOC:
Lavarse las manos después de comer o ir al baño.
Un adolescente que se arregla el pelo 15 minutos antes de salir.
Controlar que las puertas y ventanas están cerradas antes de dormir.
Controlar que la luz del cuarto está apagada antes de salir.
Dedicar tiempo y dinero a coleccionismo.
Tener fotos de ídolos favoritos.
Jugar en las baldosas sin deducir ninguna consecuencia.
No abandonar la oficina hasta que esté ordenada y limpia.
Arreglar con placer los libros y discos de la casa.
6. Pensamientos irracionales.
Objetivo: aprender a identificar y sustituir pensamientos irracionales por pensamientos adecuados.
Contenido:
Los pensamientos irracionales lo son porque nos hacen sentir exageradamente mal y nos llevan a realizar conductas inadecuadas.
A veces no son frases completas sino palabras.
Tienden a dramatizar.
Solo nos fijamos en una parte de la realidad, la negativa.
Son difíciles de desviar.
Son aprendidos.
Cómo controlarlos:
Guía de preguntas para controlar pensamientos irracionales.
Ideas irracionales: la causa de las perturbaciones emocionales es la forma de pensar del individuo, es decir, la manera cómo interpreta su ambiente y sus circunstancias que ha desarrollado sobre sí mismo, sobre otras personas y sobre el mundo en general. El tratamiento principal del trastorno psicológico es la evaluación, interpretación o creencia irracional (ilógica, poco empírica) y poco funcional ya que dificulta la obtención de metas, que realiza el sujeto y su forma de comportarse con respecto a ella. Las distorsiones cognitivas hacen referencia a los errores en el procesamiento de la información que los individuos producto de los esquemas cognitivos negativos activados.
Entre las distorsiones cognitivas más frecuentes se encuentran:
Interferencia arbitraria.
Abstracción selectiva.
Magnificación y minimización.
Personalización.
Pensamiento absolutista y dicotómico.
Manuel Bobis Reinoso.